La primera vez que lo vi me llamó mucho la atención su aspecto y me dije: "tiene que estar buenísimo" y lo siguiente fue: "tengo que hacerlo". La verdad es que está riquísimo. Se le conoce por pastel inteligente o pastel mágico y su nombre le viene de que se hace una sola mezcla y después de pasar por el horno y enfriar, su textura es la de un budín, un flan y un bizcocho ¡ tres en uno !. Asombroso.
Ingredientes:
8 yemas
8 claras a punto de nieve
1 litro de leche tibia
250 gr de mantequilla
280 gr de azúcar
225 gr de harina
ralladura de 1 limón
2 cucharadas de esencia de vainilla
azúcar glas
Preparación:
Primero batimos (con las varillas eléctricas) las yemas de huevo con el azúcar y la esencia de vainilla, hasta obtener una mezcla espumosa. Luego le añadimos la mantequilla derretida, pero tibia, la leche y por último la harina con la ralladura de limón.
Mezclamos todo bien y se le añaden las claras a punto de nieve, incorporándolas a la mezcla con una espátula y movimientos envolventes.
Tenemos preparado un molde rectangular untado con mantequilla y espolvoreado con harina ( lo hice en una bandeja de cristal especial para horno de 20x30 cm) y ponemos en él la mezcla del pastel.
Horneamos con el horno previamente precalentado a 180ºC 10 minutos y después a 160ºC unos 50 minutos más. Comprobamos con un palillo que está listo y lo dejamos enfriar completamente.
Cortamos en cuadraditos el pastel y lo espolvoreamos con azúcar glas.
¡ Está divino !
¡ Está divino !
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